3/10/2005
La vida del rey Enrique V - Acto IV, escena
III
La arenga del día de San Crispín.
Hay
una película "Enrique V" dirigida por Kenneth Branagh
que realmente vale la pena ver en familia. Luego discutir y averiguar
que paso en la batalla de Agincourt. La arenga en la vispera de la
batalla pone la piel de gallina y revela una vez más la fuerza
de las palabras justas usadas en el momento adecuado. Hay que ir al
video club y alquilarla para verla con atención de principio
a fin. |
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La
acción se desarrolla en un momento crítico de las tropas
inglesas en territorio francés. Agotadas y diezmadas se retiran
pero los franceses les cortan el paso en Agincourt. El ejercito francés
es muy superior en número al inglés ... alli se desarrolla
el acto, parte del cual se transcribe aqui ... |
Entra
el REY
WESTMORELAND
(noble, primo del Rey Enrique)
¡Ójala
tuviéramos aquí ahora
Aunque
fuera diez mil de aquellos hombres que en Inglaterra
Están
hoy ociosos!
REY
ENRIQUE V
¿Quién
pide eso?
¿Mi primo Westmoreland? No, mi buen primo:
Si hemos de morir, ya somos bastantes
Para causar una pérdida a nuestro país; y si hemos de
vivir,
Cuantos menos hombres seamos, mayor será nuestra porción
de honor.
¡Dios lo quiera! te lo ruego, no desees un solo hombre más.
Por Júpiter, no codicio el oro,
Ni me importa quién se alimente a mi costa;
No me angustia si los hombres visten mis ropas;
Esos asuntos externos no ocupan mis deseos:
Pero si es pecado codiciar el honor,
Soy la más pecadora de las almas vivientes.
No, creeme, primo, no desees un solo hombre de Inglaterra:
¡Paz de Dios! no perdería un honor tan grande
Como el que un solo hombre creo que me arrebataría
por lo que más deseo. ¡Oh, no pidas uno solo más!
Proclama, en cambio, Westmoreland, por mi ejército,
Que el que no tenga estómago para esta pelea,
Que parta; se redactará su pasaporte
Y se pondrán coronas para el viático en su bolsa:
No quisiéramos morir en compañía de un hombre
Que teme morir en nuestra compañía.
Este día es la fiesta de Crispiniano:
El que sobreviva a este día y vuelva sano a casa,
Se pondrá de puntillas cuando se nombre este día,
Y se enorgullecerá ante el nombre de Crispiniano.
El que sobreviva a este día, y llegue a una edad avanzada,
Agasajará a sus vecinos en la víspera de la fiesta,
Y dirá: 'Mañana es San Crispiniano'.
Entonces se alzará la manga y mostrará sus cicatrices
Y dirá, 'Esta heridas recibí el día de Crispín'.
Los viejos olvidan: y todo se olvidará,
Pero él recordará con ventaja
Qué hazañas realizó en ese día: entonces
recordará nuestros nombres.
Familares en sus labios como palabras cotidianas
Harry el rey, Bedford y Exeter,
Warwick y Talbot, Salisbury y Gloucester,
Se recordarán como si fuera ayer entre sus jarras llenas.
El buen hombre contará esta historia a su hijo;
Y nunca pasará Crispín Crispiniano,
Desde este día hasta el fin del mundo,
Sin que nosotros seamos recordados con él;
Nosotros pocos, nosotros felizmente pocos, nosotro, una banda de hermanos;
Porque
el que hoy derrame su sangre conmigo
Será
mi hermano; por vil que sea,
Este
día ennoblecerá su condición:
Y
los gentileshombres que están ahora en la cama en Inglaterra
Se
considerarán malditos por no haber estado aquí,
Y
tendrán su virilidad en poco cuando hable alguno
Que
luchara con nosotros el día de San Crispín.
Vuelve
a entrar SALISBURY
SALISBURY
Mi
señor soberano, prepárate deprisa:
Los
franceses están formadas bravamente en sus batallas,
Y
cargarán a su conveniencia contra nosotros.
REY
ENRIQUE V
Todo
está preparado, si lo están nuestros espíritus.
WESTMORELAND
¡Parezca
el hombre cuyo ánimo se acobarde ahora!
REY
ENRIQUE V
¿Ya
no quieres más ayuda de Inglaterra, primo?
WESTMORELAND
¡Quisiera
Dios, mi señor, que tú y yo solos,
Sin
más ayuda, pudiéramos luchar en esta real batalla!
REY
ENRIQUE V
Vaya,
ahora rechazas cinco mil hombres;
Lo
que me agrada más que el que no desees uno más.
Conocéis
vuestros puestos: ¡Que Dios esté con todos vosotros!
Entra
MONTJOY
MONTJOY
Una
vez más vengo a saber de tí, Rey Harry,
Si
negociarás ahora tu rescate,
Antes
de tu segura derrota:
Porque
estás ciertamente tan cerca del abismo,
Que
necesariamente te tragará. Además, por merced,
El
condestable quisiera que exhortaras
A
tus seguidores al arrepentimiento; para que sus almas
Puedan
retirarse pacífica y dulcemente
De
estos campos donde, infelices, sus pobres cuerpos
Deben
yacer y pudrirse.
REY
ENRIQUE V
¿Quién
te envía ahora?
MONTJOY
El
Condestable de Francia.
REY
ENRIQUE V
Te
lo ruego, vuelve a llevar mi anterior respuesta:
Diles
que me cojan y vendan mis huesos.
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